Nunca unas pocas palabras supusieron tan grandes emociones.
Nunca unas pocas palabras generaron tantas expectativas.
Nunca unas pocas palabras congregaron a tantos genios ocultos.
Nunca unas pocas palabras hicieron disfrutar tanto.
Nunca una Velada fue tan intensa como Aquella: La Gran Velada Literaria.
miércoles, 28 de abril de 2010
Ascensor
Subir y bajar, entrar y salir.
Mirar hacia arriba, mirar hacia abajo. Una minuciosa inspección de las esquinas y tararear la última canción de kiss fm.
- Un invierno largo, ¿verdad?
- Sí, sí, desde luego. ¡Ni cambio climático, ni calentamiento global! Pero en fin, de algo tienen que vivir algunos.
Balanceo acompasado. Manos atrás. Llaves fuera.
El niño pequeño, la carantoña, reírse con él, comentar la jugada. Adelantar el pie. Retrasarlo.
Desasosiego. Impaciencia. Mirada al contador digital: inquietud.
Por fin llegó el momento. Como la luz que asoma al final del túnel, como el melón que se transforma en chicle, como el capullo que se abre en flor,…
- ¿Su piso?
- ¿Y el suyo?
Mirar hacia arriba, mirar hacia abajo. Una minuciosa inspección de las esquinas y tararear la última canción de kiss fm.
- Un invierno largo, ¿verdad?
- Sí, sí, desde luego. ¡Ni cambio climático, ni calentamiento global! Pero en fin, de algo tienen que vivir algunos.
Balanceo acompasado. Manos atrás. Llaves fuera.
El niño pequeño, la carantoña, reírse con él, comentar la jugada. Adelantar el pie. Retrasarlo.
Desasosiego. Impaciencia. Mirada al contador digital: inquietud.
Por fin llegó el momento. Como la luz que asoma al final del túnel, como el melón que se transforma en chicle, como el capullo que se abre en flor,…
- ¿Su piso?
- ¿Y el suyo?
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