Hacer memoria de los buenos momentos

El otro día acudí a la presentación de un libro de una conocida psiquiatra. En la entrada, además de caer en la cuenta de que tendría que haber confirmado la asistencia, coincidí con un amigo y su mujer. Estas coincidencias le alegran a uno la tarde, porque en un evento de este tipo, la compañía es un plus muy valorado. 

Como el contexto era propicio, no sé muy bien a razón de qué, mi colega mencionó la importancia de hacer memoria de los buenos momentos. Que eso es muy sano para la salud mental y psicológica. Yo me acordé de los cinco consejos que da santo Tomás para recuperar la alegría y, sobre todo, conecté con la saludable sugerencia del aquinate: darse un buen baño en el mar. Mar que, aquí en la capital, desgraciadamente nos pilla un poco lejos...

Pero volviendo al tema central, los dos entramos en sintonía al reconocer que -como buenos madridistas- la memoria está llena de momentos épicos que merecen ser recordados. Creo que no es necesario enunciar las sucesivas remontadas a las que estos últimos años nos ha acostumbrado Ancelloti y sus jugadores. Me decía mi amigo que él, para hacer memoria de esos momentos, le enviaba un enlace a sus amigos de alguna de las conquistas europeas y se ponían a exultar.

No me costó mucho conectar con la emoción de mi colega cuando me contaba su buena costumbre porque me acordé de una de las prácticas saludables que adquirí durante los meses de mayor restricción de la pandemia. A última hora del día, mientras los vecinos cantaban aquél emocionante "Resistiré", yo me veía algunos vídeos en Youtube de las remontadas del Madrid. Pero también disfruté de las hazañas de Miguel Induráin en aquellos gloriosos cinco años que nos dejó en las carreteras de Francia y de los mejores puntos de Rafa Nadal. La ventaja es que el algoritmo de la web me pilló rápidamente los gustos y no hacía más que alimentar mi sed de grandes momentos del deporte español sin que yo tuviera que hacer grandes esfuerzos. 

Aunque, todo sea dicho, también fueron intercaladas por las desternillantes escenas cómicas de Leslie Nielsen de toda la saga de Agárralo como puedas. 

La verdad es que, así qué fácil es hacer memoria de los buenos momentos...